La posibilidad de desembarcar tropas en territorio hostil ha sido una parte vital de la estrategia naval desde el siglo XIX. Pero la campaña del Pacífico durante la II Guerra Mundial subrayó la importancia de las operaciones anfibias. El transporte marítimo es una forma de trasladar a las fuerzas, en especial si los habitantes locales no pueden construir pistas para el transporte aéreo.
Los barcos de asalto anfibio deben estar equipados para transportar lanchas de desembarco que puedan operar en la playa, en aguas poco profundas y con poco espacio. También deben tener una cubierta de aterrizaje capaz de permitir el funcionamiento de una flotilla de helicópteros para el transporte aéreo de las tropas. Lo más importante es que dispongan del espacio necesario para conducir a centenares de soldados y su equipo, que puede incluir carros blindados, artillería y otros vehículos.
sábado, 25 de agosto de 2007
Barcos de Guerra Anfibios
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